Echando la vista atrás, el autónomo tiene el perfil de aquellos comerciantes y artesanos del Renacimiento de espíritu emprendedor. Hoy nos encontramos con una gran pluralidad de situaciones bajo esta categoría fijada en la Seguridad Social, todas ellas con claras obligaciones, como pagar nuestras cuotas y trabajar, pero con escasos derechos. Alguien ha olvidado que en el origen de la mayoría de las grandes empresas españolas hubo un autónomo, un pequeño negocio que, con buenos proyectos y mucho esfuerzo, terminó por crear marcas tan señeras como El Corte Inglés o Zara, por citar sólo dos ejemplos. El autónomo es la esencia de la PYME y del empresariado. Como dice un amigo mío, Dios también es autónomo, porque tuvo que hacerlo todo él sólo.
Bromas aparte, me gustaría que los ciudadanos tomaran conciencia de la importancia de los empresarios autónomos. No sólo en su número, sino también en su coraje, ya que arriesgan sus propios recursos económicos para generar riqueza y empleo. El número de empresarios madrileños que están solos al frente de sus negocios asciende a más de 274.000.
Para todos ellos se ha creado CEAT Madrid, dentro de CEIM, la gran patronal madrileña. Queremos lograr que los autónomos tengan una asociación de referencia en la comunidad de Madrid. Y lo seremos porque la unión hace la fuerza y hace falta mucha fuerza para frenar la “sangría” actual. La crisis se llevó por delante a 386 trabajadores autónomos cada día de 2009. Y en el mes de enero empeoraron las cosas: 500 autónomos se dieron de baja cada día. España no se lo puede permitir.
Por eso, CEAT Madrid va a facilitar financiación a los autónomos, con el apoyo de la Cámara de Comercio y de CEIM. A raiz de la crisis y con el respaldo de la Comunidad de Madrid, estas dos organizaciones empresariales madrileñas hemos suscrito convenios con bancos y cajas de ahorros para financiar el circulante y los proyectos de las PYMES y autónomos madrileños. Acuerdos que suman más de 15.000 millones de euros en créditos preferentes, que ofrecen condiciones similares a las que se otorgan a las grandes compañías.
Ese es el camino a seguir. Sin embargo, el Gobierno español ha decidido asfixiar la actividad empresarial subiendo los impuestos a las PYMES y a los autónomos, para hacer frente al aumento del gasto público en en España, que ha batido todas las marcas de lahistoria de la democracia. En muchos casos, no lo olvidemos, los autónomos pagan un 50% de sus ingresos en impuestos, con niveles de facturación realmente bajos.
También habría que fomentar medidas como retrasar el pago del IVA. Esperemos que se tramite con éxito la proposición de Ley para que las PYMES y autónomos tributen en el IVA sólo por las facturas cobradas.
Morosidad
Otra necesidad imperiosa es perseguir la morosidad en el pago. El 60% de los autónomos sufre impagos de clientes privados y el 38% los tiene con las Administraciones Públicas. Tanto si son impagos definitivos o demoras en los plazos de cobro, deberían perseguirse con más fuerza, como ocurre en el resto de Europa.
Además hace falta incentivar el espíritu emprendedor. Que España tenga cuatro millones y meddio de parados no es un problema, es una drama. Entre las primeras soluciones, hay que alentar más y mejor el espíritu empresarial, sobre todo, entre universitarios y desempleados.
El autónomo, en fin, suele iniciar su aventura de empresa solo y arriesgando su propio patrimonio, y en CEAT Madrid no vamos a escatimar esfuerzos para buscar las soluciones que necesitan. Somos el 17% de la población ocupada en España, y tenemos que ser tratados como nos merecemos.
Presidente de CEAT Madrid.
(Federación Intersectorial de Asociaciones de Autónomos de la Comunidad de Madrid) y de la Cámara de Comercio de Industria de Madrid.
