El teletrabajo

Los expertos estiman que en España hay alrededor de 400.000 teletrabajadores. Mejorar la calidad vida, hacer compatible el tiempo de trabajo con la actividad familiar y personal, y procurar rentabilizar el horario laboral son algunas de las razones que llevan a muchas personas a buscar fórmulas alternativas de empleo. En este contexto, cobra fuerza el teletrabajo. Una modalidad laboral que exige, como requisito imprescindible, disponer de los medios informáticos adecuados y tener conocimiento de ellos. El teletrabajo es una forma de trabajo a distancia. Es decir, una modalidad basada en el empleo de las telecomunicaciones, especialmente la telemática, como herramienta principal, ya

Una nueva forma de trabajar

Los expertos estiman que en España hay alrededor de 400.000 teletrabajadores.

Mejorar la calidad vida, hacer compatible el tiempo de trabajo con la actividad familiar y personal, y procurar rentabilizar el horario laboral son algunas de las razones que llevan a muchas personas a buscar fórmulas alternativas de empleo. En este contexto, cobra fuerza el teletrabajo. Una modalidad laboral que exige, como requisito imprescindible, disponer de los medios informáticos adecuados y tener conocimiento de ellos.

El teletrabajo es una forma de trabajo a distancia. Es decir, una modalidad basada en el empleo de las telecomunicaciones, especialmente la telemática, como herramienta principal, ya que el teletrabajador es una persona que trabaja por cuenta ajena y fuera del lugar habitual de trabajo.

El Telecentro de Gordexola, en Vizcaya, propone una definición sencilla sobre este método laboral: «el teletrabajo no es un trabajo, es una nueva forma de realizar el trabajo. La novedad es que no te desplazas tú, sino la información»

Las compañías IBM y Mapfre Vida han sido pioneras en la implantación de servicios de teletrabajo en España.

Pero, ¿ cuándo y dónde surge este concepto empresarial? El teletrabajo nace en Estados Unidos en la década de los 70. Su valedor fue el físico Jack Nilles, quien lo definió de la siguiente manera «teletrabajo significa sustituir los desplazamientos relacionados con el trabajo por las telecomunicaciones» Desde entonces y gracias a la introducción de las nuevas tecnologías a la vida cotidiana, sobre todo de Internet, esta forma de trabajo se ha generalizado en todos los ámbitos. En la actualidad, el teletrabajo se aplica, fundamentalmente, en las empresas del sector servicios y, especialmente, en las entidades financieras.

Ventajas e inconvenientes

El teletrabajo es una modalidad que presenta importantes ventajas tanto para la empresa que lo oferta como para las personas que lo llevan a cabo. En este sentido, cabe destacar como principales beneficios para la compañía: el incremento de la productividad, la mejora de la calidad del trabajo y la eficiencia de los empleados, así como su fidelización, la reducción de costes, el aumento de la confianza y la comunicación entre jefes y trabajadores, entre otros.

Cabe preguntarse, igualmente, qué tipo de empresas pueden requerir más esta fórmula de empleo. El perfil de empresas donde puede funcionar mejor es muy variado. El teletrabajo está enfocado, sobre todo, a empresas que quieran ampliar su negocio sin necesidad de llevar a cabo cuantiosas inversiones. A aquellas que opten por reducir costes fijos y pretendan optimizar sus operaciones. Y, de igual modo, a aquellas que deseen conservar a su personal más cualificado.

En cuanto a las ventajas para los teletrabajadores hay que subrayar algunas muy relevantes como son: el ahorro de tiempo y dinero, especialmente en el transporte, la disminución del estrés, la mejora de la calidad de vida, la flexibilidad de horarios, la autonomía y la posibilidad de combinar, de la mejor manera posible, la actividad laboral y la personal.

El acuerdo Marco Europeo sobre Teletrabajo regula la definición y campo de aplicación de esta actividad.

Sin embargo, el teletrabajo también presenta algunos inconvenientes, ya que no todas las empresas pueden ofertar este tipo de trabajo, ni todas las personas pueden acceder a este tipo de puesto. Es decir, el teletrabajador tiene que ser una persona con grandes conocimientos informáticos y telemáticos, tiene que tener capacidad de organización, autodisciplina y habilidad comunicativa interpersonal. Alguno investigadores matizan, por su parte, que al teletrabajador, después de unos años de actividad, le resulta muy complicado adaptarse a la disciplina de la empresa, y sobre todo, le cuesta más recibir órdenes o comentarios sobre su trabajo.

En todo caso, sí parece evidente que el teletrabajador tiene que contar con las herramientas necesarias para realizar su función específica. Debe disponer de ordenador con conexiones avanzadas, teléfono móvil fax, etcétera.

Teletrabajo en España

En España, el fenómeno del teletrabajo empezó a implantarse a principios de los años 90. Pese a todo, esta modalidad aún no goza de la confianza plena de los empresarios y directivos españoles. En la actualidad, como aseguran los expertos, es muy difícil determinar una cifra concreta de personas que trabajan por cuenta ajena desde sus domicilios. Se calcula que en nuestro país hay alrededor de 400.000 teletrabajadores.

En estos diez años, el crecimiento del teletrabajo en España ha estado muy por debajo de la media europea. Así, durante el período 1994-2000 la cifra de teletrabajadores había crecido un 11%, frente al 34% registrado en Alemania. Los países nórdicos son los que cuentan con las tasas más altas de teletrabajadores. En Noruega, por ejemplo, este colectivo representa el 15,2% del total de empleados.

Y es que el origen y desarrollo del teletrabajo está ligado directamente con la introducción de las nuevas tecnologías, especialmente con las Tecnologías de la Información. Esta es una de las razones por las que esta modalidad está más arraigada en los países del Norte de Europa y en Norteamérica.

En España el primer proyecto de teletrabajo lo desarrolló la compañía informática IBM en el año 1995. En la actualidad, esta firma tiene en plantilla a más de 1.000 teletrabajadores, en su mayoría analistas, consultores y técnicos de mantenimiento, que realizan su trabajo fuera de las instalaciones de IBM y que sólo pasan por allí una vez a la semana.

El origen y desarrollo del teletrabajo está ligado a la introducción de las nuevas tecnologías

Mapfre vida es otra de las compañías pioneras en implantar en nuestro país esta modalidad de trabajo. La aseguradora cuenta con un total de 500 asesores que realizan su trabajo en la calle y por cuenta ajena. Otras empresas que han llevado a cabo iniciativas paralelas son Mediatel Consulting y la compañía de servicios TMS.

Por otro lado, en España se han creado en los últimos años numerosos telecentros. Lo más destacados son el Gordexola en Vizcaya, que es el primer telecentro rural creado en nuestro país.. También destacan los de Taramundi, Biazipe, Cein o el Centro de Recursos de Teletrabajo.

Legislación

La normativa legal que ampara el teletrabajo es, de momento, imprecisa y presenta notable lagunas. De hecho la ley es diferente en cada uno de los países de la Unión Europea. Un hecho que provoca importantes desequilibrios. Para evitar conflictos externos, dado que el teletrabajo amplía el marco de trabajo fuera de las propias fronteras, los colectivos europeos, CES, UNICE/UEAMPE Y CEEP, firmaron, el pasado año, el primer Acuerdo Marco Europeo sobre Teletrabajo de 16 de julio de 2002. Este Acuerdo reconoce la obligatoriedad de su cumplimiento en todos los países de la Unión Europea.

En la actualidad, el teletrabajo se desarrolla fundamentalmente en las empresas del sector servicios y, especialmente, en las financieras

El acuerdo Marco Europeo sobre Teletrabajo regula la definición y campo de aplicación del teletrabajo, el carácter voluntario, las condiciones de empleo, la protección de datos, la vida privada, los equipamientos, la salud y seguridad laboral, la organización del trabajo, así como la formación y los derechos colectivos.

En España, el sindicato UGT valora de forma muy positiva este primer acercamiento y propone obligar al empresario a la aplicación de medidas para evitar el aislamiento del trabajador.

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