Estatuto de la nueva empresa

Las PYME, las microempresas y los trabajadores autónomos son los verdaderos motores del crecimiento económico y del empleo, por su dinamismo y capacidad de adaptación al entorno.

Los estudios realizados en los últimos años ponen claramente de manifiesto que las pymes, las microempresas y los trabajadores autónomos son los verdaderos motores del crecimiento económico y del empleo, por su dinamismo y capacidad de adaptación al entorno.

La creación de empresas, especialmente pymes, ha registrado en estos últimos años una fuerte progresión. Cabe destacar a este respecto que, del censo total de empresas existentes en España a finales del año 2001, el 99 por 100 son pymes.

Muchas son las circunstancias que influyen en esta situación, pero fundamentalmente se resumen en la falta de alternativas en el mercado laboral, además del deseo de mantener la independencia y asumir el riesgo que lleva implícito el desarrollo de una vocación empresarial.

No es fácil montar una empresa. Se han de vencer muchas dificultades, no sólo de tipo financiero y comercial, sino también en la vertiente legal, tributaria y laboral.

No obstante, existe un buen nivel de «emprendedores» como lo demuestra el hecho de que sólo en el año 2001 se han creado más de 102.000 pymes, de las que unas 97.000 adoptaron la forma de sociedades limitadas, por las ventajas que ofrece esta modalidad, que frente a las sociedades anónimas se caracterizan por la exigencia de una menor cifra de capital, mayor agilidad en la toma de decisiones y la simplificación de los procesos societarios.

La necesidad de estimular el crecimiento económico aconseja simplificar los trámites de creación, a cuyo efecto el Gobierno tiene en marcha la creación del «Estatuto de la nueva empresa», en el que propondrá una fórmula simplificada de sociedad de responsabilidad limitada, cuya elaboración está en fase avanzada, y en cuya tramitación han colaborado numerosos organismos e instituciones implicados en la creación y puesta en marcha de empresas.

El articulado del nuevo Estatuto hará posible la constitución de empresas en un tiempo muy corto, gracias a la aplicación de las nuevas tecnologías y a la colaboración de los Notarios y Registradores Mercantiles.

Permitirá, además, un objeto social amplio, eliminando las rigideces actuales; prevé la creación de unos órganos sociales de fácil funcionamiento; reducirá las obligaciones contables, mediante la aplicación de un plan simplificado; y disminuirá las obligaciones formales de publicidad tanto de convocatorias a Juntas de Socios como de los acuerdos adoptados.

Esta actuación, que está siendo calificada positivamente por los agentes económicos, se prevé completarla con la creación de un «Documento Único Electrónico», que reducirá el número de formularios que actualmente se cumplimentan, del orden de 15, a sólo 1.

El proyecto apuesta, además, por el asesoramiento integral del nuevo empresario, o más bien del «nuevo emprendedor» que, durante los primeros años de actividad podrá, a su voluntad, recibir asesoramiento integral en un nuevo organismo, «El CIRCE», que aglutinará la labor que, en esta materia, realizan las administraciones central, autonómica y local.

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